Bogotá, julio 4 de 2020. En el Día Internacional de las Cooperativas, Superintendente Ricardo Lozano Pardo, comparte reflexiones sobre el rol del sector, en época de crisis económica y social.
"Frente a la pregunta de cuál es el aporte que se da al Modelo Cooperativo, hay que decir que, desde la Superintendencia de la Economía Solidaria, estamos convencidos que una institución de supervisión fortalecida es una condición con la cual se logra el fortalecimiento del Modelo Cooperativo. Por eso, desde la institución que dirijo nos hemos empeñado en fortalecer esta Entidad, que se dedica a la supervisión de todo el andamiaje del modelo cooperativo, del cual estamos totalmente convencidos que es una necesidad para el país.
Cada año, nos reunimos en diferentes espacios para conmemorar el “Día Internacional del Cooperativismo”, donde pensamos no solo en el presente sino también en el futuro del cooperativismo en Colombia. Hoy, como siempre, se requiere seguir trabajando en la concientización de la actividad de las cooperativas y mostrar cuáles son sus capacidades. Por eso, nosotros que hacemos parte del sector, lo conocemos a profundidad; sabemos cuál es el gran potencial que se tiene.
Es muy importante resaltar que en foros como los de esta celebración, hay que invitar principalmente, a las instancias gubernamentales para que nos escuchen y puedan conocer exactamente, cuál es la dimensión de lo que es el Modelo Cooperativo. No hay posibilidades que se haga una buena política pública para el sector solidario, el cooperativo en especial, si los funcionarios públicos hacedores de política no conocen el funcionamiento del modelo y qué mejor forma de conocerlo con el ejemplo vivo de la cantidad de proyectos que se están desarrollando a nivel nacional e internacional y que se están dando a conocer en diferentes foros.
Igualmente, se necesita difundir masivamente los logros en todo sentido. El verdadero concepto de solidaridad, en época de pandemia, ha estado vigente en todos los discursos, pero hay que decirlo: la solidaridad, esa palabra tan común en la actualidad, está dentro del ADN del Modelo Cooperativo y de este sistema; entonces hay que rescatarlo y mostrar cuál es la capacidad real que tiene de solidaridad, pensando mucho más en el futuro y en lo que nos depara situaciones como las actuales, y pensar en la necesidad de buscar modelos alternativos que nos permitan arreglar muchas de las deficiencias que hemos detectado en esta pandemia.
Pero como lo señalaba, no solo es el presente del cooperativismo, sino que nos debe convocar también el pensar en el futuro del movimiento cooperativo y poder descubrir, cuáles son los retos a los que nos enfrentamos: El primer reto es el desarrollo de una economía digital dentro de nuestras organizaciones. Hay que plantear que la famosa transformación digital de la que tanto hemos venido hablando desde hace varios meses, debe desarrollarse a profundidad en las organizaciones cooperativas. Creo que la crisis por la que estamos pasando ha dejado al descubierto que esta transformación digital todavía tiene un desarrollo incipiente en el sector, que el camino que hay que recorrer es importante, pero lo que hay que resaltar es que no importa lo largo que sea el camino lo importante es empezar a recorrerlo.
La Superintendencia inició un proyecto a profundidad de transformación digital y eso en parte nos permitió ajustarnos en un lapso de dos meses, a todo un trabajo desde nuestras casas para no desfallecer en el propósito de seguir trabajando fuertemente en el tema de la supervisión.
Un segundo reto que habrá que enfrentar es el diseño y desarrollo de nuevos e innovadores instrumentos financieros para respaldar la gestión de recuperación económica. Hay que innovar financieramente y este tema de innovación, se tiene que dar en el ámbito de nuestras entidades financieras cooperativas con mayor decisión, para lograr establecer nuevos mecanismos y esquemas de financiación.
El tercer reto, son los espacios financieros estratégicos para el desarrollo de la economía social. Hay un espacio enorme para este trabajo de economía social y específicamente, espacios financieros estratégicos que nos permitan llegar a toda la comunidad que requiere ese tipo de financiación.
El cuarto reto para reflexionar es en la estructura del sistema de Cooperativas de Ahorro y Crédito. Hay que desarrollar una visión económica en estas entidades, desde donde se construye el país que necesitamos; hay que pensar en desarrollar un concepto de financiación con mayor profundidad, especialmente mirando toda la actividad productiva que se puede apalancar financieramente, para desarrollar adecuadamente una forma de intervención en todo el proceso de reconstrucción del país.
Un último reto son las oportunidades de integración de negocios entre las cooperativas. El proceso de integración económica es importante no solamente a nivel nacional, sino internacional. Todo el desarrollo de la cooperación internacional, donde hay transferencia de conocimiento, es importante en estos momentos en el que el país necesita, realmente, reconstruir no solo la parte económica, sino social y de empleo.
El mensaje para todos es que hay un modelo alternativo para hacer economía y gestión social eficiente y productiva; está probado. Además, que hay una Superintendencia que esta vigilante; que complementariamente a la gestión de supervisión, hacemos una regulación prudencial y eso es importante destacarlo. En este momento de época de crisis, con todas las dificultades que tenemos en muchos frentes, incluyendo el nivel operativo, la regulación prudencial es más necesaria que nunca, no solo expedirla sino especialmente cumplirla e implementarla adecuadamente".